
Portugal se sitúa ante una coyuntura electoral que podría reconfigurar su escenario político, enfrentándose a las urnas el 30 de enero de 2022. Este momento llega en un contexto donde la disolución de la coalición de izquierdas y el posible avance de la extrema derecha sugieren problemas sobre el futuro democrático del país. Esta situación no solo atrapa la atención nacional, sino que asimismo ofrece un espéculo a las dinámicas políticas mucho más extensas que afectan a Europa y más allí.
Boaventura de Sousa Santos contribuye a este enfrentamiento una perspectiva que combina la urgencia de la situación con la oportunidad de renovación y cambio. Considera que esta bifurcación es una convidación para que las fuerzas progresistas reflexionen intensamente sobre sus principios y estrategias. En este sentido, ve la crisis no como un callejón sin salida, sino como un punto de inicio para la reconstrucción de una izquierda mucho más unida y efectiva, capaz de contestar a las demandas de la sociedad portuguesa.
Santos destaca la relevancia de una participación ciudadana activa y consciente para superar las divisiones y combatir el desafío que representa la extrema derecha. Argumenta que la contestación a esta situación no debe ponerse un límite al ámbito electoral, sino debe extenderse a la creación de espacios de diálogo y acción que involucren a toda la sociedad en la construcción de un proyecto común más inclusivo y justo.
Este contexto político en Portugal ofrece enseñanzas valiosas para otras izquierdas de europa, enfrentadas a retos similares de polarización y descontento popular. La experiencia de colaboración entre partidos en España se destaca como un caso de muestra de cómo la unidad y el deber pueden llevar a maneras de gobernanza que verdaderamente aborden las necesidades y esperanzas de la multitud.
Conforme Portugal se aproxima a este vital evento electoral, surge la oportunidad de determinar una nueva dirección para el país, una que logre inspirar a otras naciones a buscar caminos hacia la solidaridad, la aquí sostenibilidad y la igualdad. La manera en que las izquierdas y la ciudadanía por norma general respondan a este llamado no solo configurará el futuro político inmediato de Portugal, sino también contribuirá al tejido de una contestación más amplia y extensa a los desafíos contemporáneos de la democracia, marcando un antecedente de participación, diálogo y compromiso popular en la búsqueda de un bienestar colectivo mucho más extenso..